El paradigma de salud del siglo XXI debe basarse en los valores consagrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar el disfrute del más alto nivel posible de salud como un derecho humano fundamental, centrado en mejorar significativamente la salud y el bienestar de las poblaciones, reducir Las desigualdades en salud, fortalecen la salud pública y aseguran sistemas de salud centrados en las personas que son universales, equitativos, sostenibles y de alta calidad.
Hoy en día, seis de los siete factores de riesgo más importantes de muerte prematura son presión arterial, colesterol, índice de masa corporal, consumo inadecuado de fruta, obesidad y sobrepeso en Europa. Y todos estos factores de riesgo pueden resolverse mediante una política activa de prevención y diagnóstico precoz.